Se acerca el mes de diciembre y aparece en el horizonte la posibilidad de fines de semana más largos por días no lectivos y de puentes. Y un poco más lejos en ese horizonte las fiestas navideñas, que para muchas familias van unidas a algún viaje largo. Cuando se marean, preparar estas salidas, no siempre es fácil.
Según explican los expertos, en el origen de estos mareos asociados a los desplazamientos se encuentra una distorsión en la información que procesa el cerebro para mantener el equilibrio en la que intervienen varios tipos distintos de información: la que tiene que ver con el equilibrio, el sistema espacial, los músculos y las articulaciones.
El cuerpo no entiende que estemos quietos y que sin embargo los objetos se muevan a nuestro entorno. Esto provoca malestar tanto en niños como en mayores. Otros factores que intervienen son el olor a monóxido de carbono y los gases que van unidos a la combustión.
Si tu hijo es de los que se marea y vomita durante los viajes. Te damos algunas claves para hacer más llevadero el trayecto.
- Evita las comidas copiosas antes de salir de viaje. Mejor hacer una comida ligera cada dos o tres horas y evitar los lácteos.
- Ventilar el vehículo antes de salir y durante el trayecto mantenerlo a una temperatura que no sea demasiado elevada.
- Distraer al niño que se marea con juegos y canciones puede ser una manera de prevenir el malestar (cantar canciones, contar cuentos o juegos tipo «veo-veo» son buenas opciones).
- La lectura y los videojuegos están contraindicados, ya que al levantar la vista hay un cambio muy brusco con lo que el niños tiene alrededor y la adaptación resulta difícil cuando hay una predisposición al mareo.
- Conducir con cuidado, evitando giros bruscos y frenazos.
- Hacer coincidir el viaje, si es posible con las horas de la siesta para hacer el viaje más ameno.
- Si finalmente el niño vomita, lo mejor es parar y tumbar al niño para que esté en horizontal, hacia arriba con los ojos cerrados hasta que se encuentre mejor.
- Mantener la calma también ayuda en estas situaciones, en las que jamás deberás reñir al niño.
- Si ves que tu hijo tiende a marearse en le coche, ve preparada: lleva ropa de recambio, alguna botella de agua que te ayude a limpiar, toallitas, bolsas de plástico y alguna toalla pequeña con la que puedas limpiar o cubrir al niño.
Cuando los episodios de mareo se repiten, te recomendamos que hables con tu pediatra para ver si es posible dar alguna medicación. Aunque no suelen ser muy partidarios en estos casos, sí es verdad que algunos recomiendan un antihistamínico suave que ayude al niño a quedarse dormido más fácilmente.