La fisioterapia respiratoria es una práctica que consiste en una serie de masajes que ayudan a expulsar la mucosidad acortando sensiblemente la duración del proceso de bronquiolitis en los niños, según ha comunicado Alfonso Montero, profesor de Fisioterapia Respiratoria de la Universidad Europea de Madrid.
Mediante masajes en el vientre y el pecho del niño se favorece la expulsión del aire, arrastrando la mucosidad hacia la garganta, desde donde las flemas pueden ser expulsadas con un golpe de tos. De esta forma se evita que la mucosidad retenida llegue al pecho, se infecte y el niño necesite antibióticos y eventualmente broncodilatadores y antiinflamatorios.
Por otra parte, los padres de bebés con tendencia a padecer este trastorno, se pueden poner en manos de profesionales fisioterapeutas para aprender la técnica. Además, es preciso destacar la importancia de aplicar medidas preventivas básicas como mantener la nariz del bebé limpia con suero y retirar los mocos con aspiradores nasales, para evitar que las mucosidades lleguen al pecho.