A los seis meses, tu bebé ya alcanzó la maduración neurológica suficiente y un adecuado desarrollo de las funciones digestiva y renal. Eso significa que está en condiciones de empezar a incorporar otros alimentos distintos de la leche.
Tu bebé a crecido y ya presenta actitudes diferentes:
• Es capaz de sentarse y de mantener su cabeza erguida, porque ha desarrollado un buen tono muscular.
• Demuestra interés por lo que ve en los platos de los adultos cuando comen.
• Mira e intenta tomar los alimentos, porque ya puede manejar bien sus manos.
• Desaparece el reflejo de protrusión lingual, que hacia que empujara con la lengua todo lo que entraba en su boca.
Ten cuidado: si tiene náuseas cuando le ofrecés, la comida, quiere decir que aún no está preparado, aunque haya cumplido seis meses. En realidad, es el pediatra quién determinará si tu hijo está listo para empezar a comer, o si es necesario esperar un tiempo más.
No te angusties ni te desesperes si rechaza o escupe la comida. Tu bebé todavía no sabe comer alimentos de mayor consistencia que la leche. Al principio, puede empujarlos con la lengua. Es instintivo. Lo mismo hace con los objetos que entran en su boca: parece que los escupiera. Es normal, está aprendiendo y necesita un período de adaptación.
Durante los primeros tiempos, déjalo que toque la comida, que la huela, que chupe la cuchara y sus manitos, Que mire y que juegue con los alimentos. Es su manera de conocerlos y de familiarizarse con ellos.