Si tu bebé vomita en forma violenta después de las tomas, puede que tenga algún problema físico. Los vómitos en proyectil son fáciles de detectar: ¡pueden ser tan violentos que acaben proyectados en la otra punta de la habitación! Si tu hijo los presenta después de dos tomas consecutivas, consulta rápidamente con tu pediatra, porque podría tratarse de un caso de estenosis pilórica.
¿QUÉ ES?:
La estenosis pilórica es el engrosamiento del tejido y el consiguiente estrechamiento del píloro, el músculo que une el estómago de tu bebé con su intestino delgado. Al dar el pecho o el biberón a tu bebé, la leche no puede avanzar y es vomitada. Este problema suele presentarse pasadas algunas semanas desde el nacimiento, afecta más a los niños que a las niñas y puede ser hereditario. Es grave porque, si no se trata, el bebé puede deshidratarse rápidamente.
SIGNOS Y SÍNTOMAS:
Además de los vómitos, es probable que notes que tu bebé está muy hambriento, que casi no moje los pañales y esté estreñido, también es posible que pierda peso o lo gane muy lentamente. Tu pediatra le examinará mientras mama o toma su biberón para comprobar si su estómago se contrae cuando los músculos tratan de impulsar la leche hacia arriba a través del píloro. Si sospecha que puede presentar estenosis, seguramente pedirá que le hagan, más pruebas, incluida una ecografía.
OTRAS CAUSAS:
Los auténticos vómitos en proyectil suelen deberse a una estenosis pilórica, pero el vómito violento también puede ser un indicio de gastroenteritis, una infección o enfermedad viral. Siempre que tu bebé vomite brusca y prolongadamente debes llevarlo enseguida al pediatra, porque puede deshidratarse con gran celeridad