Aunque no cabe duda de que tu médico es la mejor persona en quien confiar en lo que a vitaminas durante el embarazo se refiere, en este post te vamos a hablar de algunas de ellas, las más habituales antes, durante y tras el embarazo.
En la actualidad, en cuanto vamos al ginecólogo para confirmar el embarazo, lo primero que hacen es recetarnos una serie de vitaminas y el famoso ácido fólico. Es más, el ácido fólico recomiendan tomarlo durante los 3 meses previos al embarazo, así que si estás pensando en tener niños consúltalo con tu médico de cabecera, quien probablemente te lo recetará directamente.
Hay quien, incluso, empieza a tomar estos complejos vitamínicos antes de quedarse embarazada, cuando van en busca del bebé. Lo más recomendable es complementar la alimentación con ácido fólico, yodo y otras vitaminas que, actualmente, vienen ya incluidas en una sola pastilla.
¿Durante cuanto tiempo tomar vitaminas durante el embarazo?
Aunque llevemos una dieta equilibrada, nuestro organismo puede necesitar esa pequeña ayuda que reduce el riesgo de partos prematuros, algunos defectos cerebrales o vertebrales del bebé o que pueda nacer con bajo peso. Las vitaminas son un complemento, no un sustituto de la dieta de la embarazada. No debemos confiarnos en que estamos tomando vitaminas para llevar una mala alimentación.
El ginecólogo te indicará cómo tomar las vitaminas aunque, normalmente, es una diaria durante todo el embarazo, y es posible que también la tomes mientras estés dando pecho al bebé.
Vitaminas prenatales y sus compuestos
Los compuestos habituales de las vitaminas prenatales son el ácido fólico, que ayuda a prevenir los defectos de la médula espinal y del cerebro del feto, el hierro, que ayuda a aumentar la producción de glóbulos rojos, previene la anemia y es positivo también para la formación del bebé; el calcio que ayuda a fortalecer los huesos y dientes y, dependiendo de cada composición, suelen llevar vitamina E, que ayuda a la formación de los tejidos; la Vitamina B, beneficiosa para el desarrollo celular, la C, que sirve como antioxidante, la vitamina D, que ayuda a la mineralización de los huesos y el magnesio, que ayuda a prevenir los calambres, muy habituales en muchas embarazadas.
Todas estas vitaminas las podemos encontrar en los alimentos que podemos tomar en la dieta diaria aunque siempre es importante aportar una pequeña ayuda, puesto que estamos realizando una tarea muy importante y que requiere mucha dedicación por parte de nuestro organismo.