Continuamos hablando sobre nuestro manual de urgencias para padres primerizos.
LA HIGIENE DEL BEBÉ:
Pasadas estas semanas, para muchos chiquitos se convertirá en uno de los momentos más placenteros de la jornada.
• Antes de empezar, asegurémonos de tener a mano todos los útiles necesarios. En los primeros baños conviene pedir ayuda a otra persona.
• El agua debe estar a una temperatura de entre 36 y 37°C. Conviene usar un termómetro de baño y hacer una comprobación con el codo antes de introducir al bebé en la bañera. Esta debe situarse en una habitación cálida (más de 21 grados), protegida de corrientes de aire.
• Se recomienda usar poco agua (no más de 10 centímetros de profundidad). Si se emplea esponja, que sea natural y de tacto suave. Después hay que enjuagarla y escurrirla bien, y se la debe renovar muy seguido. También se puede lavar al bebé con la mano.
• Tenemos que sujetar al bebé con suavidad, pero con firmeza. Lo mejor es apoyar su colita en la bañera y sostenerlo pasando una mano por detrás de su espalda. Así tendremos una mano libre para asearlo.
• Para la limpieza de las orejas lo mejor es humedecerlas con una esponja bien escurrida y secarlas después con el extremo de la toalla. Los bastoncillos de algodón se pasarán por la parte extrema de la oreja (por si ha quedado jabón), nunca se introducirán en el conducto auditivo.
• El jabón líquido debe ser específico para bebés, de pH neutro y sin perfume, para no irritar su delicada piel. Hay que usar muy poca cantidad.
• El baño diario no es imprescindible (los bebés apenas se ensucian), pero los ayuda a tranquilizarse y a conciliar el sueño.
• Después del baño se le pueden cortar las uñas (a partir de la primera semana de vida) con una tijera de puntas redondeadas de uso exclusivo del bebé (o usar una lima blanda). Si se mueve mucho, es preferible hacerlo mientras duerme. Si contamos con la ayuda de otra persona, mejor