Buenos días amigas! Hoy en nuestro espacio abordamos un tema importante, ya que muchas madres se preocupan cuando sus hijos utilizan plastilina.
De pequeña me encantaba la plastilina, quería tenerla de todos los colores.. esos colores tan llamativos que, a veces, si eres pequeño puedes llevarte a la boca.
Como madres, en muchas ocasiones podemos pensar que nuestro hijo puede llevarse un pedacito de ella a la boca.
No tiene por qué suceder esto, pero si estás preocupada quizás hoy te podamos dar la solución para dejar de estarlo.
Si no has escuchado hablar de plastilina comestible, hoy lo vas a hacer. Existe y podemos prepararla en casa con ingredientes aptos por si alguna vez, a nuestros pequeños, les da por comerse un pedacito.
Para hacer la plastilina comestible casera, hemos de buscar varios ingredientes. Lo necesario para la receta será dos tazas de harina, dos tazas de agua, una taza de sal, dos cucharadas de aceite vegetal, una cucharada de crémor tártaro y colorante alimentario líquido.
Con todos estos ingredientes vamos a realizar una estupenda plastilina con la que se puede jugar normalmente y que no pasará nada si se la llevan a la boca.
Para hacerla toma una olla o una sartén y ponla a fuego medio. En ella agregamos todos los ingredientes a excepción del colorante. Recuerda que no debemos dejar de remover.
Remueve hasta contemplar una bola bien homogénea… Saca la bola y deja enfriar un poco para poder amasarla. Hazlo durante un par de minutos y luego divide la bola en tantos trozos como diferentes colores de plastilina quieras.
Ahora es el momento de añadir unas gotas de colorante y seguir amasando cada trozo. Añade los colores que quieras, al respectivo trozo y amasa.
Para que te dure tres meses esta plastilina y se pueda comer sin problema, guardala en la nevera bien tapada.
Ya puedes jugar con plastilina todo lo que quieras. Esta receta es por si se ingiere, para que no se intoxique tu hijo…