Los soplos en el corazón son muy habituales en los niños, tanto que afectan a 1 de cada 3 bebés y se extienden a lo largo de la infancia.
Según un estudio, se estima que casi la mitad de los bebés presentan un soplo cardíaco, algo que asusta muchísimo a sus padres pero que lo cierto es que en la mayoría de los casos es un problema inofensivo. Se conocen también como soplos inocentes, soplo en el corazón infantil o soplos funcionales, y aunque muchas personas piensan que se debe a una enfermedad grave del corazón, en el caso de los niños no afectan a su salud.
¿Cómo se presenta?
Un soplo inocente puede aparecer y desaparecer en varias ocasiones a lo largo de la infancia, y se presenta como un ruido muy peculiar que el médico detecta cuando ausculta al niño con el estetoscopio. Es un ruido parecido al que surge cuando hay una pérdida de aire, por eso se le llama soplo. Realmente no se conocen las causas con exactitud, pero para entender su aparición hay que entender cómo funciona el corazón.
¿Qué es un soplo en niños?
Un soplo inocente es una anomalía del corazón no patológica que en la mayoría de los casos desaparece por sí sola a medida que el niño va creciendo. Puede aparecer y desaparecer en momentos especiales, como cuando el pequeño tiene fiebre o se acelera su ritmo cardíaco. También aparece cuando está tumbado y desaparece cuando se sienta.
Puede percibirse ese ruido en el corazón pero su funcionamiento es totalmente normal, siendo un corazón 100% sano, a no ser que tenga otro problema adicional pero que no estará relacionado con el soplo. Esta patología no significa que en el futuro vaya a haber una afección cardíaca, pero padecerla no aumenta el riesgo de que la haya.
Casi todos los soplos durante la infancia son inocentes y no requieren ningún tratamiento, por lo que el niño puede hacer una vida plenamente normal, incluyendo saltar, correr y jugar al límite. No se notará que lo tienen, a no ser que sea un soplo anormal, que lo veremos más adelante.
¿Qué niños son más propensos?
La salud de la madre durante la gestación juega un papel muy importante, ya que hay algunos casos en los que el bebé tendrás más probabilidades de tener un soplo inocente. Así, pueden padecerlo quienes sus madres han tenido durante el embarazo rubéola, diabetes no controlada o fenilcentonuria, que es un trastorno metabólico de origen genético.
¿Y qué pasa si es un soplo orgánico?
Un soplo de este tipo es síntoma de que hay un defecto en el corazón, lo que sí afecta a su funcionalidad. Tiene su origen en una cardiopatía congénita o anomalía cardíaca, y en este caso son permanentes.
Si, al examinar un soplo, el médico sospecha que pueda ser grave, el niño será derivado a un cardiólogo pediátrico, quien realizará varias pruebas para confirmar el diagnóstico y actuar en consecuencia.
¿Cuáles son las causas de su aparición?
Los soplos orgánicos o anormales en niños suelen producirse por las siguientes causas:
- Defectos de las válvulas, ya sean congénitos o adquiridos.
- Problemas a nivel muscular en el corazón, como pueden ser insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial o infarto de miocardio.
- Orificios anormales en la estructura del corazón después del nacimiento, como defectos septales o en la conexión entre los ventrículos.
- Infección de las válvulas del corazón y sus ventrículos, llamada endocarditis.
- Inflamación de la membrana que rodea al corazón, llamada pericarditis.
- Tumores benignos que se forman dentro del corazón, llamados myoxmas.
¿Cuáles son los síntomas?
Los soplos anormales pueden presentar diversos síntomas que acompañarán al ruido en el corazón. Los más habituales son:
- Respiración acelerada o dificultad para respirar
- Bronquitis frecuente
- Sudoración
- Problemas de crecimiento
- Cansancio
- Ponerse morado al llorar o al hacer un esfuerzo
- Coloración azulada de la piel
- Aturdimiento
- Dolores torácicos
- Hígado aumentado de tamaño
- Desmayos o síncopes
- Venas del cuello ingurgitadas y distendidas
- Cambios en los ruidos que provocan los pulmones
- Hinchazón
- Palpitaciones
- Aumento de peso
- Problemas de intolerancia al ejercicio físico
¿Qué pruebas se realizan?
Si bien los soplos benignos se detectan en una exploración rutinaria con el estetoscopio, en el caso de los anormales también se recurre a otras pruebas, que determinarán el nivel de gravedad:
- Electrocardiograma
- Radiografía de tórax
- Cateterismo cardíaco
- Ecografía-doppler cardíaca
Puede parecer que un soplo es un gran problema que cambiará por completo la vida del pequeño, pero puedes confiar en que, si es inocente o benigno, no le afectará absolutamente en nada. Como siempre en estos casos, te recomiendo que en cuanto tu pequeño presente algún síntoma lo lleves al pediatra para que pueda evaluarlo y determinar a qué se debe.