-Hay que hacerle entender que lo que ha hecho no está bien, que actuando así hace daño a su compañero y que no debe repetirlo.
-Dile «no» en un tono calmado, pero firme y con desaprobación.
-Nunca le digas «eres un niño malo». Hay que evitar etiquetar a los pequeños como malos, pegones o trastos. Los niños no son malos, lo que está mal es su acción y así hay que hacérselo ver.
-Déjale 5 minutos castigado sin jugar, para que vea que las acciones malas tienen consecuencias.
-Cuanto más claras estén las normas y los límites, antes los interiorizarán.