Hasta los dos años, se calcula que es necesario ingerir 10 mg de hierro. En la etapa de crecimiento rápido de la adolescencia 12 mg, y 15 mg las chicas a partir de la primera regla.
En la infancia es frecuente la anemia por falta de hierro. Uno de los principales motivos es que se toma demasiada cantidad de leche y derivados que contienen poco hierro y que sustituyen en la dieta a otro tipo de alimentos que proporcionaría una mayor cantidad de este mineral.
Una buena fuente de hierro se encuentra en los cereales integrales, las espinacas y el berro, las legumbres, los orejones (albaricoques secos) y los higos o las brevas. La vitamina C ayuda a absorber el hierro, por eso es una buena idea acompañar la ingesta de alimentos ricos en este mineral, con otros ricos en vitamina C como el tomate, la naranja, los pimientos y las patatas.