Ante los problemas cutáneos, es preferible prevenir. Es muy importante tener en cuenta que los niños nacen con una piel perfecta y, para mantenerla en este estado, habrá que seguir estos consejos sencillos:
a.- Es primordial su limpieza regular: emplea siempre un jabón suave, adecuado a su sensible y tierna piel.
b.- Observa con detenimiento los pliegues: es muy importante mantenerlos siempre limpios y secos.
c.- Reserva un momento para su hidratación.
d.- En la medida de lo posible, tendrás que protegerla de la humedad.
e.- Además, es conveniente que preserves a tu bebé de los agentes externos: del viento y del sol.
f.- Para poder reducir la fricción la zona del pañal y en las zonas de pliegues, tendrás que vestir a tu pequeño con ropita de tejidos suaves que no le aprieten, ni le produzcan escoceduras o rozaduras. Así mismo, tendrás que lavar su ropa con detergentes suaves, evitando los suavizantes (pueden producir alergias).
Nota: es mejor que quites las etiquetas de sus prendas; podrían estar en contacto directo con su delicada piel.
Es muy importante recordar que, si se consigue que la capa más externa de la piel no se dañe, ésta le proporcionará una adecuada barrera de protección frente a las agresiones de los agentes externos.
Estudios científicos demuestran que si se realiza un correcto cuidado de la piel del bebé en los primeros años de vida, puede ayudar a establecer la base de una piel sana para el resto de los años.