El agua es uno de esos elementos básicos que todo ser humano necesita para vivir y que ingerimos varias veces al día. Los bebés necesitan beber agua, igual que los adultos pero el agua que han de beber ha de ir siempre acompañada de nutrientes, es decir, leche materna o artificial. Los bebés necesitan aproximadamente 700 ml de agua hasta el sexto mes de vida. Esta cantidad de agua proviene de la leche materna a demanda o de los biberones de leche artificial. Debemos tener claro que el niño que toma sólo pecho o el biberón correctamente preparado y a demanda, no necesita agua suplementaria.
Hay casos en los que es necesario darles agua a los niños, cuando éstos tienen vómitos, diarrea, fiebre alta o, en verano para que no se deshidraten. Sin embargo, en invierno, y si la salud del bebé está bien, no hay que darles agua.Es fundamental controlar que el agua no tenga bacterias, virus, ni parásitos que puedan afectar la salud de vuestro hijo. Tampoco debe contener mercurio, hidrocarburos, plaguicidas, pesticidas, ni grados de radiactividad. En caso de que tu bebé tenga menos de seis meses de vida se aconseja hervirla.
Los niños amamantados, por norma general, siguen mamando frecuentemente incluso cuando han comenzado la alimentación complementaria. Esto quiere decir que no suelen necesitar ningún aporte extra de agua. Sin embargo, los no amamantados hacen menos tomas de leche al iniciar la alimentación complementaria y por ello, es más probable que necesiten agua durante el día. Normalmente se les empieza a dar cuando comienzan a tomar otros alimentos, a partir de los seis meses, cuando añadimos frutas, verduras, carne y poco a poco vamos metiéndole alimentos en sus comidas.