(Tercera parte). Seguimos ofreciéndote ideas o pasos a seguir (siempre con mucha paciencia) para que tu pequeño coma y, lo que es más importante, que aprenda a disfrutar de su hora de la comida, y deje de ser en muchos casos una tortura.
Te enumeramos 20 sugerencias:
11. Siempre, pase lo que pase, ¡no te pongas nerviosa!
12. En ninguna circunstancia, y bajo ningún pretexto, debes forzarle a comer lo que no quiere.
13. No lo felicites nunca cuando se acabe lo que tenía en el plato. Es lo normal y tiene que entenderlo. Tu hijo debe comer para alimentarse, no para que mamá o papá estén contentos.
14. No le dejes comer ningún «extra» entre horas. Debe acostumbrarse lo antes posible a la rutina de las horas de comer. El picoteo es el peor enemigo de una alimentación saludable y equilibrada.
15. Si al niño no le gusta un plato determinado, ponle sólo una cantidad simbólica, sin forzarlo. Pero, sobre todo, no sustituyas lo que no le gusta por otra cosa que hayas preparado sólo para él. Eso sí, al día siguiente prepara alguno de sus platos preferidos.
16. No alargues indefinidamente la duración de la comida. No debe entender como un castigo estar sentado a la mesa.