Los problemas de mala digestión es uno de los síntoma más comunes durante el embarazo, se produce cuando los alimentos se digieren de una manera muy lenta y pesada. Además, suele ir acompañada de molestos síntomas como flatulencias, vómitos, acidez, dolor en la boca del estómago, pesadez, dolor en la espalda a la altura del esternón….
Te ofrecemos una serie de consejos que te podrán ayudar para sobrellevar la mala digestión:
Cuida tu estómago: Intenta no tomar alimentos difíciles de digerir o que puedan producir incompatibilidades o intolerancias. Prescinde del café (totalmente prohibido el alcohol y tabaco). No abuses del picante, de las grasas ni del exceso de fibra.
Aliméntate adecuadamente: procura no comer en exceso, hazlo despacio y mastica bien para que la insalivación facilite la digestión. No sólo por los problemas digestivos sino que es imprescindible para tu bebé. Procura no abusar del agua durante las ingestas, ya que neutraliza los ácidos y puede hacer que el proceso digestivo resulte más lento y pesado que lo normal.
Descansa después de comer: es una manera de relajarse y dejar que el estómago pueda tener la energía disponible para realizar una buena digestión.
Reduce los problemas emocionales: ya que el estómago es un órgano muy sensible. El nerviosismo, el estrés o la depresión tienen su reflejo en este punto. En el embarazo tanto el nerviosismo como la ansiedad son totalmente normales, pero ten presente que el aparato digestivo es una de las partes de nuestro organismo que más se resienten a causa de los nervios y los malos hábitos alimentarios.
No piques entre horas: así dejarás descansar el estómago adecuadamente.