La mujer embarazada debería aumentar la ingesta diaria de agua y cuidar la calidad de la misma con la finalidad de compensar el aumento de los requerimientos del estado gravídico. El Instituto de Medicina de los Estados Unidos recomienda que la mujer embarazada tome 2.3 litros diarios de líquido, transformando así la regla de los 8 vasos de agua por día en 10 vasos de agua diarios, 8 vasos de agua por ella y 2 por su hijo en camino. Un saludable brindis diario por la vida y el amor.
Datos a tener en cuenta sobre una buena hidratación:
–Durante el embarazo el agua es fundamental no solo rodeando y protegiendo al bebé, sino también transportando los nutrientes que serán necesarios para su desarrollo y crecimiento.
–En el embarazo el útero llega a estar compuesto hasta un 90% por agua.
–En la panza, el bebé está protegido por el líquido amniótico que actúa como amortiguador de los impactos del exterior, además de aportar protección antimicrobial. Por lo tanto es importante elegir con cuál agua hidratarse ya que la misma va a tener que ver con todas importantes funciones.
–El agua prepara el cuerpo de la mujer embarazada para que esté pronto para enfrentar los cambios fisiológicos que experimenta durante el embarazo.
–Además contribuirá a aliviar muchas molestias inherentes a esta etapa tan especial de la vida.
–Muchos de los cambios en el cuerpo y el organismo de la mujer embarazada tienen que ver con los líquidos corporales, es por eso que es tan importante que las mujeres embarazadas estén correctamente hidratadas.
–Durante el embarazo hay una dilución fisiológica de la sangre a expensas del aumento del plasma que llega a aumentar el volumen sanguíneo hasta un 50%, motivo por el cual se debe aumentar la ingesta para poder compensar esas necesidades y disminuir la probabilidad de aparición de algunas complicaciones como por ejemplo la hipertensión.