La boca de tu bebé es un caldo de cultivo para la candidiasis oral, conocida popularmente como muguet, una desagradable infección fúngica que produce irritación e inflamación.
Es relativamente frecuente en bebés de menos de 12 meses y aunque no suele revestir gravedad, debe tratarse, porque molesta mucho al bebé y puede afectar a su alimentación. El muguet lo causa un hongo llamado Gandida albicans, que vive en la boca. Puede aparecer cuando el equilibrio natural de la boca se rompe, por ejemplo, por un tratamiento antibiótico o una enfermedad.
Advertirás manchitas blancas, algo pastosas, en la boca del bebé, parecidas a un resto de leche. Si las intentas limpiar suavemente con un pañuelito, puede que no desaparezcan y si lo hacen, dejarán tras ellas una especie de placa roja y dolorosa. Estas placas causan irritación e inflamación y es posible que el bebé no quiera mamar o comer, de modo que conviene consultar inmediatamente al pediatra.
Si tu bebé tiene muguet en la boca, el pediatra le recetará un antifúngico en gel o líquido. Deberás depositar la dosis indicada del medicamento sobre las placas después de cada toma o comida. Las llaguitas deberían empezar a mejorar en 24 horas. Si no notas mejoría, consulta de nuevo al pediatra, porque tal vez tenga que cambiar el tratamiento.
Si estás dándole el pecho, deberás tratarte también tú. El médico te recetará una crema antifúngica para los pezones y, como medida preventiva, tendrás que lavártelos bien antes de cada toma.