Muchos niños y adolescentes presentan este tic en algún momento, generalmente pasajero. Cuando esto ocurría, los padres de otros tiempos acostumbraban aplicar productos de gusto desagradable en las uñas de los chiquitos para evitar dicha costumbre.
Hoy, ya no se recurre a ese tipo de medidas, sino a detectar qué está inquietando al niño que actúa así y tratar de resolver la situación que lo perturba. No olvidemos que, en definitiva, morderse las uñas es símbolo de ansiedad o de nerviosismo. Habrá que dedicarle más tiempo, quizá tener mas paciencia, darle mucho afecto, hablar con él y permitirle expresar lo que lo preocupa, que muchas veces le resulta difícil poder hacerlo.
Si sigue haciéndolo y los padres observan otros signos llamativos, tendrán que plantearse consultar con un psicólogo infantil. Estas pequeños aspectos que ocurren en los niños, debemos tenerlas presentes, observarlos detenidamente sin rezongarlos, es bueno no dejarse estar, muchas son solucionable con un poco mas de cuidado.