Debemos prestar mucha importancia el cuidado de los ojos de los más pequeños con la llegada del verano. Son días en los que pasan más tiempo al aire libre y al sol y es fundamental proteger su salud ocular.
Tengamos en cuenta también que las piscinas y el mar son foco de infecciones y que la fuerte exposición al sol puede provocar patologías en los ojos de los pequeños.
¿Cómo afectan los rayos del sol a los ojos?
El sol emite luz UVA y UVB, que son tipos de radiación que pueden penetrar profundamente en la retina (la parte posterior del ojo que detecta imágenes).
La luz UVA y UVB puede dañar la retina, lo que puede ocasionar problemas con la forma en que las células reaccionan a la luz o cómo perciben el color. Los rayos del sol también pueden hacer que la retina se hinche y se inflame, lo que puede causar un daño permanente.
La exposición a la luz ultravioleta también aumenta el riesgo de cataratas, una opacidad del cristalino del ojo que causa visión borrosa o ceguera.
Los niños son, en teoría, los que pasan más tiempo al aire libre y, por tanto, la dosis acumulada de exposición solar es máxima entre el nacimiento y los 16 años. Eso significa que son los que corren mayor riesgo en la actualidad.
El sol emite rayos nocivos los 365 días del año, sin importar si está nublado o lluvioso. El daño sufrido es proporcional a la cantidad de exposición y los niños deben estar absolutamente protegidos.
Si están muy expuestos y desprotegidos, estarán entre los que desarrollarán cataratas a una edad más temprana, entre los 55 y los 65 años, y corren el riesgo de cáncer de piel de los párpados, que son más frágiles que el resto de las dermis.
¿Cómo proteger los ojos de los niños?
Gafas de sol para niños
Las gafas de sol son la forma más popular de protección ocular porque son fáciles de encontrar, asequibles y la mejor manera de proteger los ojos. Pero lo más importante a tener en cuenta es que protegen contra la luz UVA y UVB.
Esto ayudará a proteger los ojos de tu hijo de los rayos del sol mientras hace actividades al aire libre como jugar en el parque, nadar en la piscina o correr al aire libre con sus amigos.
Sombrero de ala ancha
Son otra excelente manera de proteger los ojos de los niños del sol.
Los sombreros con ala ancha pueden bloquear algunos de los rayos del sol y ayudar a mantener la luz ultravioleta fuera de la cara, el cuello, los hombros, los brazos y la espalda.
Lavarse bien las manos y no frotarse los ojos
La mejor manera de protegerse de las enfermedades transmisibles es lavarse las manos con regularidad. Esto es aún más importante si deseas evitar afecciones relacionadas con los ojos, como la conjuntivitis.
Debes asegurarte de que los pequeños se laven bien las manos antes de aplicar cualquier producto alrededor del área de los ojos y también deben evitar frotarse los ojos antes de lavarlos.
Hidratarse y llevar una dieta saludable
Existen muchos alimentos ricos en nutrientes que son esenciales para la vista y pueden prevenir problemas de visión a largo plazo.
Los alimentos con alto contenido de vitamina C, vitamina E y zinc pueden ayudar (y prevenir) la progresión de los síntomas relacionados con las enfermedades de los ojos.
Debes añadir a la dieta de los pequeños alimentos ricos en vitamina A, como zanahorias, grasas saludables para la absorción de betacarotenos, cítricos ricos en vitamina C. Además, agregar jugos y agua fresca.
Cuidarse los días nublados
La radiación solar sigue siendo peligrosa incluso en los días nublados. Por lo tanto, debes ponerle al niño las gafas en los días grises.
Recuerda que estar bajo la sombrilla no le protege por completo, igualmente le debes colocar las gafas para resguardar sus ojos.
Si bien el sol nos hace sentir bien y nos aporta vitamina D, también puede ser peligroso para la piel y los ojos de los niños si no nos protegemos de la manera adecuada.
Teniendo en cuenta todos estos elementos estarás cuidando los ojos de los niños para que todos puedan disfrutar del verano a pleno, y tú estés tranquila.
Fotos: Pixabay.