Podríamos decir que se trata de una vitamina un poco «especial», ya que se produce fundamentalmente en nuestro organismo gracias a la acción de los rayos ultravioletas que nos llegar a través de la luz solar, aunque podemos reforzar su acción a través de una alimentación adecuada:
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?
• La vitamina D controla el proceso de osificación durante y después del crecimiento y es fundamental para la absorción del calcio y del fósforo.
• Ayuda en la formación de huesos y dientes fuertes.
• En el tubo digestivo, estimula el paso del calcio y del fósforo a la sangre y mantiene su flujo en la sangre para conseguir una buena coagulación.
• Favorece la reproducción.
• En países con pocas horas de luz solar, o en casos de bebés que se exponen poco al sol, el déficit de esta vitamina puede producir descalcificación de los huesos (osteoporosis), caries graves e incluso raquitismo.
ALIMENTOS RICOS EN VITAMINA D
• Sardinas, boquerones, atún y bonito
• Quesos grasos
• Margarina
• Champiñones
• Huevos
• Otros pescados, frescos o congelados
• Quesos curados, semicurados y quesos frescos
• Leche y yogur