No es imprescindible que los bebés y los chiquitos usen anteojos o gafas de sol, lo más importante es protegerlos bien de los rayos solares en general, sobre todo en horas centrales del día.
Cuidar su piel con una crema solar de filtro alto y una remera, y su cabeza con un gorro de ala ancha o de visera. Si van a la playa, que sea a primera hora de la mañana o a última de la tarde, y con una sombrilla.
Si deciden comprarle anteojos de sol, deben hacerlo en un establecimiento especializado como por ejemplo la nueva web de misterspex.es y ser recetados por un oftalmólogo. Deben elegirle un modelo de marco liviano y que sea especial para niños. También hay que comprobar que el niño esté cómodo con ellos.