Como han cambiado las cosas, antes veíamos en las películas como los maridos paseaba por los pasillos esperando el momento en que la enfermera saliera a decirle ¡ha sido niñ@».
Ahora es mejor, él puede entrar contigo al paritorio y sentirte acompañada, para mi desde luego fue lo mejor.
Pero de la preparación al parto no participó y si el niño es de los dos pues también le toca, no solo porque pueda conocer a lo que debemos enfrentarnos sino porque nos puede ayudar y mucho.
Tu pareja puede comprobar si realizas correctamente los ejercicios, si los haces sola deberás realizarlos frente a un espejo.
También aprenderá a relajarse y a desarrollar un ejercicio físico, aunque sea muy suave.
Juntos no os aburriréis, porque mientras realizáis las posturas para relajar y distender los músculos podéis charlar.
El momento de la gimnasia puede convertirse, por tanto, en una pausa saludable para ambos.