Tras el parto, la mamá no sólo sufre una serie de cambios y alteraciones emocionales, también sufre un proceso de recuperación físico, no tan fácil como se desearía en un principio. En consecuencia, al cansancio originado tras el proceso de parto, se une la fatiga que implica adecuarse a los horarios del recién nacido.
En estas circunstancias, volver a lucir la figura anterior al embarazo y reparar las huellas que el embarazo y el parto hayan podido dejar impresas en el organismo, se convierte en el objetivo estético prioritario. Además, es muy importante destacar su importancia, sólo así se podrá acelerar la recuperación tanto física como emocional.
Así pues, según lo comentado anteriormente, la medicina cosmética nos ofrece un amplio abanico de técnicas aisladas o integradas en atractivos programas post-parto. Éstos, ayudarán a incrementar el bienestar femenino tras el alumbramiento y cubrirán las necesidades en esta nueva etapa de la mujer.
Los expertos opinan que dar a luz es una de las experiencias más maravillosas que la vida nos puede ofrecer. Sin embargo, el largo período del embarazo, puede debilitar la salud de la futura mamá, originando cambios sustanciales en su aspecto físico. No obstante, si no ha habido un aumento excesivo de peso, las zonas más perjudicadas serán el abdomen y las mamas. Pero, si se ha producido un incremento de peso notable, la huella de la gestación puede llegara a afectar a otras partes de la anatomía femenina.