Te brindamos ciertos consejos sobre dos pequeñas inquietudes, que suelen tener las mamás primerizas. Recuerda: Tu recién nacido parece tan frágil… pero no temas cogerle: ¡no se va a romper! y hay varias formas de desplazarle con seguridad y comodidad.
Aúpale y túmbale:
Tu pequeñín no empezará a controlar su cabeza hasta que haya cumplido al menos cuatro semanas, y no podrá sujetarla hasta que tenga tres meses. Por tanto, es importante que siempre le sujetes la cabeza.
- Cuando le vayas a coger, desliza suavemente una mano por detrás de su cuello y con la otra sujétale el culete.
- Incorpórale con firmeza, inclínate hacia él para acortar la distancia al máximo.
- Cuando le tumbes, acércate a la superficie donde le vayas a dejar, sujetando cuello, cabeza y culete.
Cómo llevarle en brazos:
Hay varias formas de desplazarle con seguridad y comodidad.
- Sosténle contra el pecho con el brazo doblado, y con la otra mano sujétale la espalda y el culete: a tu bebé le encantará poder mirar la cara de mamá.
- Contra tu pecho y con su cabeza en tu hombro, sujétale el culito con una mano y con la otra la cabeza. Esta es una posición estupenda para ayudarle a echar los gases y calmarle. Aunque no pueda ver tu cara, podrá oír tu respiración.
A medida que ganes confianza en ti misma/o, descubrirás que puedes sujetarle sólo con un brazo.