Los alimentos aportan nutrientes que son imprescindibles para garantizar las actividades y funciones del organismo. Pero tan importante cómo ofrecer alimentos sabrosos y nutritivos es que sean frescos y seguros para evitar las enfermedades trasmitidas por los alimentos, que pueden ser causadas por diferentes factores: bacterias, virus, parásitos, metales, sustancias químicas (plaguicidas, fertilizantes, hongos).
El acelerado crecimiento y desarrollo, característico de la infancia, determina la necesidad de ofrecer alimentos adecuados en cantidad y variedad a nuestros hijos. La Organización Mundial de la Salud, plantea pautas para evitar las complicaciones ocasionadas por el consumo de alimentos deteriorados o contaminados. Nosotros cómo padres podemos prevenir complicaciones tomando medidas importantes ya desde el momento de la compra:
• Separe en el carrito, carnes crudas de otras comidas.
• Elegir por último los alimentos fríos
• Buscar lugares de compra limpios y ordenados, sin animales domésticos.
• Corroborar que el personal que vende alimentos frescos, esté aseado con uniforme y cabello recogido.
• Evitar personas que manipulan alimentos y tocan dinero.