Ocurren cambios en el cerebro materno muy pronunciados que comienzan durante el embarazo, porque él está trabajando arduamente para ayudarte a adaptarte a tu nuevo rol como madre y facilitarte el vínculo con tu nuevo bebé. Varios estudios lo han demostrado, el cerebro experimenta cambios notables cuando las mujeres se convierten en madres, lo que se traduce en una mejora de sus capacidades cognitivas y emocionales. El amor incondicional que comparten una madre y su hijo es la fuerza motriz de la vida.
Pero los cambios que se producen en el cerebro durante el embarazo, el parto y el posparto contribuyen a moldear el comportamiento, las emociones y la forma de pensar de la madre. En este artículo, examinaremos más detenidamente los cambios que se producen en el cerebro cuando las mujeres se convierten en madres y cómo repercuten en sus vidas.
Cambios en el cerebro durante el embarazo y el parto

El proceso de dar vida a un hijo comienza con el embarazo. Durante esta fase, el cuerpo experimenta varios cambios físicos mientras se prepara para la llegada de un pequeño. Además, el cerebro experimenta cambios que comienzan en el embarazo y continúan durante los primeros meses del posparto.
Las investigaciones han demostrado que el cerebro experimenta un crecimiento significativo en las semanas previas al parto, y que zonas como el hipotálamo y la amígdala muestran un aumento del flujo sanguíneo, lo que apoya la teoría de que el cerebro de las madres está siendo programado para comprender y responder mejor a las necesidades de su bebé cuando éste llegue.
Además, las regiones del cerebro encargadas de detectar la información sensorial y procesarla también están más activas cuando la madre ve imágenes de su propio bebé, en comparación con cuando ve imágenes de otros bebés. Junto con estos cambios, muchos estudios han demostrado que las mujeres embarazadas también experimentan alteraciones en su memoria y percepción espacial.
El córtex anterior aumenta de volumen y actividad durante el embarazo, mientras que el hipocampo, región implicada principalmente en la memoria y el procesamiento espacial, disminuye de volumen, lo que puede explicar por qué algunas mujeres experimentan problemas de memoria durante el embarazo.
Cambios cerebrales posparto

Los cambios más profundos en el cerebro de una madre se producen durante la etapa posparto. En este momento se produce una importante reorganización neuronal que favorece el desarrollo del vínculo madre-bebé.
Comienza con un torrente de hormonas que ayuda a las madres a sentir una fuerte conexión con su bebé y las impulsa a desarrollar nuevos comportamientos que promueven el vínculo, como mirar cariñosamente a su bebé, acercarse a él cuando llora e incluso intentar tentativamente establecer una conexión con las necesidades y deseos de su bebé.
Los estudios demuestran que las madres tienen una mayor empatía, procesamiento del reconocimiento facial e intenso deseo de satisfacer las necesidades de su recién nacido. Esto puede atribuirse en parte a alteraciones en la materia gris del cerebro, y a la liberación de oxitocina, la hormona y neurotransmisor que refuerza el vínculo madre-hijo.
Además, esos cambios dan lugar a mayores niveles de autorregulación, compasión y resiliencia en respuesta a los factores estresantes, debido a una disminución de la activación en la amígdala, que se asocia con el miedo y la ansiedad.
También se produce un aumento de la activación en el córtex prefrontal, que se asocia con la inhibición de la respuesta y la regulación de las emociones.
Cómo influyen los cambios cerebrales de la madre en el comportamiento y la interacción familiar

Todos estos cambios cerebrales producen cambios en el comportamiento de la madre y en cómo interactúa con su familia. Aunque a menudo se piensa que ser madre puede asociarse a una «pérdida» de uno mismo, muchos estudios han demostrado que, en realidad, la madre experimenta una mayor sensación de plenitud y alegría.
Los cambios en el desarrollo del cerebro aumentan la empatía, el comportamiento de crianza y la capacidad de mirar más allá de uno mismo, de tener en cuenta a su hijo y al sistema familiar a la hora de tomar decisiones.
Todos estos factores sugieren que los cambios que se producen en el cerebro de la madre cuando se convierte en madre sirven en realidad para reforzar el vínculo con su hijo, fomentar una mayor sensación de bienestar y promover la armonía familiar.
Palabras finales…
Las investigaciones han demostrado que se producen cambios notables en el cerebro cuando las mujeres se convierten en madres, por lo que ocurre un aumento de la empatía, y fomenta mejores conductas de crianza y resiliencia.
Los cambios cerebrales favorecen el desarrollo del vínculo madre-hijo y pueden conducir a una mayor sensación de plenitud y alegría en la maternidad. El cerebro de las madres experimenta un cambio radical, que favorece la armonía familiar y garantiza el bienestar de los hijos.
Por lo tanto, ser madre es realmente una experiencia inigualable, que cambia la vida, que cuenta con el apoyo del cerebro y conduce a cambios duraderos en la vida de la mujer.
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