Los grandes cambios que experimenta tu cuerpo con el embarazo hacen que luego sea muy difícil “recuperar milimétricamente” tu silueta. Es posible retornar al peso anterior, pero tal vez te quedes con más volumen. La cintura, las caderas y el vientre suelen ser las zonas más afectadas por esta transformación.
Además, con cada nuevo embarazo, a nuestro organismo le cuesta más volver al punto de partida, pues la musculatura tiene menos tonicidad.
Lo importante es que si en el embarazo has cuidado a conciencia tu alimentación, durante el postparto no tienes más que continuar con esa línea. Se trata de ir perdiendo peso, pero nutriéndote bien.
Te ofrecemos una serie de consejos:
1. Come despacio y cena ligero: Así te saciarás más y no comerás en exceso. Combinar vegetales con pescado blanco o huevo o carne blanca es ideal para la cena.
2. No pases hambre y no te prohíbas drásticamente nada: Adelgazar no significa dejar de comer, sino aprender a alimentarse de forma distinta.
3. No te peses a diario: Hazlo sólo una o dos veces a la semana.
4. Raciona las cantidades: Reduce el tamaño de las raciones y no te pases con los condimentos.
5. Toma alguna comida a tu aire: Date un respiro y come lo que quieras una o dos veces por semana.
6. Dale preferencia al pescado: Toma más pescado que carne: tres o cuatro veces a la semana.
7. Controla el hambre: Si tienes ganas de comer a todas horas, opta por alimentos con fibra, fracciona las comidas, bebe agua o zumos naturales y evita el estrés. No inicies una dieta hasta que controles bien tu ansiedad