Los niños, al igual que los adultos, también pueden marearse. Los mareos en niños no tienen por que ser graves, ya que es muy posible que se deba a una leve deshidratación o simplemente a la cinestesia. Pero si los mareos o vértigos se prolongan, no tienen explicación o se vuelven habituales, será necesario llevarlos al pediatra.
Causas del mareo en niños
Es habitual que los mareos en niños se deban a una ligera deshidratación o a un ayuno prolongado. Si nos encontramos en meses de calor, puede que la excesiva exposición al sol produzca un golpe de calor en el menor.
Más cosas que pueden producir mareos en niños son el propio cansancio del pequeño por falta de sueño. También pueden marearse fácilmente al cambiar de una posición tumbada a la erguida o, por el contrario, al permanecer mucho tiempo en pie. Los niños también pueden marearse o tener vértigos cuando juegan o giran sobre sí mismos. Esto es habitual, y no ocurre nada más que estar pendientes de que no se de un golpe.
También es muy habitual que los niños/as se mareen en coche (cinestosis). Es curioso, pero esto suele pasar a a los bebés a partir de los 2 años de edad y hasta su adolescencia (a veces también se da en la edad adulta pero con menos frecuencia). Antes de los 2 años, los bebés suelen dormir como lirones en el coche durante los trayectos largos. El mareo no sucede durante el sueño por este motivo es menos probable que les ocurra.
¿Quieres buscar un sentido a esto? Los padres debemos saber para tener aún más paciencia, que los conductos que forman parte del oído que regula el sentido del equilibrio no están completamente desarrollados; esto los hace más sensibles a la velocidad y los frenazos en el coche u otro transporte.
Otras causas por las que un niño se marea
En todos los casos anteriores, los mareos del niño desaparecen al cabo de pocos minutos. Si es un mareo común con un poco de aire, descanso, comida o agua se pasan los síntomas.
Pero es posible que los mareos del pequeño pueda ser una señal de situaciones más serias como una infección vírica, una otitis, fiebre o ingesta de algunos medicamentos. Si sospechas de algo de esto hay que acudir al pediatra.
Soluciones para los mareos en niños
Cuando tu hijo ha sufrido un mareo o vértigo hay que tumbarlo con las piernas ligeramente elevadas o, por el contrario, sentarse con la cabeza entre las rodillas. De esta manera tu hijo/a irá mejorando en unos minutos; es importante no agobiarlo.
Es buena idea enseñar a nuestros hijos a adoptar estas posturas cuando sufran algún mareo. De esta manera se recuperarán pronto y podrán seguir con sus rutinas.
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¿Cómo evitar el mareo de los niños en coche?
Recuerdo que de pequeños tanto mi hermano como yo nos mareábamos cada vez que salíamos de viaje. Mi padre se enfurecía y perdía los nervios, cosa que era peor. Pero el tiempo y algo de biodramina hicieron el resto.
El mareo hace que haya la sensación de pérdida del equilibrio y de orientación, y esto generalmente acaba acompañado de ganas de vomitar. Los fármacos es a lo último que debemos recurrir para evitar los mareos en niños a menos que un pediatra lo considere oportuno.
Antes de nada es mejor utilizar algunos de los siguientes consejos para evitar la sensación de mareo. Una buenísima idea es mantener la vista fija en el horizonte y sobretodo mirando al frente. El problema de esto es que los niños son bajitos y no pueden ver a través del asiento por lo que lo mejor será que miren por la ventanilla pero a un punto lejano y fijo.
Otra cosa a evitar es no dejarle que vaya escribiendo, pintando, dibujando, jugando con videojuegos, etc,. Todo esto no hará más que hacer que mire a un punto fijo y cuando levante la cabeza sienta todo el mareo de golpe. En los viajes largos hay que hacer varias paradas por ejemplo cada 2 horas. De esta manera el niño puede tomar algo ligero para comer y seguir el viaje. Si tu hijo se marea nunca lo montes demasiado lleno de comida en el coche. Una buena estrategia a utilizar es la distracción ya que ayuda a que el niño no se maree. Podéis cantar, buscar montañas, nubes, jugar al veo-veo o cosas similares.
Otra cosa muy importante es que el conductor sea consciente de que lleva niños pequeños y, por lo tanto, debe moderar su conducción. Hay que evitar los acelerones o los frenazos bruscos, una conducción agresiva y tener especial cuidado en las curvas. Antes de montar a los niños en el coche éste ha de estar bien ventilado incluso durante el viaje. Procura que en el interior del transporte haya un ambiente agradable pues el exceso de calor o la mala ventilación pueden hacer de las suyas.
Como he comentado anteriormente durante el sueño los niños no se marean así que también puedes adaptar el viaje al horario de sueño de tu hijo. De todas maneras siempre que salgas de viaje procura llevar bolsitas para vomitar, toallitas, agua y ropa de repuesto. Puede que a pesar de todos estos consejos tu hijo/a acabe vomitando. Si esto sucede es importante mantener la calma, abrir las ventanillas y si se puede parar en un lugar adecuado. Deja que tu hijo se refresque, que le de el aire y que se tumbe.
Mareos en niños: ¿cuándo llevarlos al pediatra?
Es importante distinguir entre un mareo común y lógico con otros que pueden indicar algo más serio. Para saber cuándo hay que llevarlo al pediatra echa un vistazo a esta lista:
- Los mareos o vértigos se presentan a menudo.
- El niño no consigue mantenerse de pie o caminar después de un tiempo prudencial.
- Se encuentra demasiado abatido.
- Si tiene dolor de oído.
- Si el niño está tomando algún fármaco que pudiera provocarlos.
- Si el niño pierde el conocimiento temporalmente.
- Si el mareo persiste después de 2 horas de reposo.
Los padres debemos tener presente que cuando un niño vomita es porque no puede evitarlo. Por este motivo hay que tener paciencia, comprensión y procurar que el pequeño no se sienta más nervioso.
¿Tienes más cosas que aportar sobre los mareos en niños? ¿Te vas de viaje y quieres que tu bebé vaya cómodo? ¿Has oído hablar de las cunas nido?